Hay retos, hazañas o hitos, que perduran en la historia por la magnitud que conlleva el realizarlo. Lo consumado por el atleta fontaniego, Ezequiel Ruano, un día completo corriendo, de sol a sol, es además un logro que solo está al alcance de muy pocos. Y es que, lo sobrehumano, está reservado solo para unos pocos privilegiados, y es precisamente esto último, lo que lo dota de tal distinción a este hecho. Además, de sumarle un componente solidario a la causa, la recaudación benéfica para la asociación fontaniega contra el cáncer, que la hace todavía, si cabe, más especial aún.
¿24 horas…?, sí, 24 horas corriendo sin parar, sin descanso, sin cesar en el empeño, paso a paso, pasito a paso hasta llegar a meta. Ese fue el reto que se planteó el protagonista de esta hazaña, y eso fue lo que logró tras 1.440 minutos en los que llevó su físico al límite. Además de tener en cuenta el elemento psicológico, un factor esencial para emprender estos retos, y el cual tienes que estimular constantemente para sobreponerte a los diferentes momentos de cansancio, fatiga, o agotamiento, a los que te va sometiendo este hito deportivo mayúsculo. Una psicología que sorprende al instante al ver que la sonrisa no cesa en su faz en ningún momento, a pesar del agotamiento al que está sometido.
El inicio estaba previsto para las 11:00 de la mañana de un 26 de diciembre. En los minutos previos, el ambiente se llenaba de ilusión, de energía y solidaridad. Dosis necesarias para que Ezequiel arrancara con la mochila cargada. Un Ezequiel que no estaba solo. Su gente estaba con él para animarlo y apoyarlo en los instantes previos. Como también lo estuvieron acompañándolo durante todo el recorrido para que no se sintiera solo en ningún momento. Y es que, aunque fue él quien tuvo que dar uno a uno cada paso hasta recorrer los casi 150 kilómetros, el apoyo que recibió del pueblo fontaniego le ayudó a llevar el peso de la distancia durante el recorrido.
Así daba pistoletazo de salida y así recorrió el trayecto hasta el día siguiente. Un 27 de diciembre de 2015, que quedará marcado en el calendario fontaniego. Faltaba una hora para finalizar el reto y la gente se iba acercando hasta la línea de meta. De repente, al fondo, en la esquina que dobla en el colegio Santa Teresa, se divisaba la figura emergente de Ezequiel, la cual se iba haciendo cada vez más grande conforme se acercaba a la meta, como grande era lo que iba a lograr. La gente le esperaba para darle un caluroso aplauso que le reconfortó en su llegada. Pero, aún le quedaban fuerzas. Las que cogió para agarrar una bandera de Fuentes de Andalucía, echársela sobre los hombros, y dar una última vuelta al Paseo de San Fernando. Ahí terminó el reto, pero no la hazaña. Porque será un hecho que se recordará con el tiempo, y se contará de unos a otros, hasta perdurar en el libro de las hazañas que tiene esta tierra.
Tras la llegada se realizó el recuento del dinero recaudado para la causa solidaria a favor de la asociación contra el cáncer de Fuentes de Andalucía. La Fundación Obra Social «La Caixa» dio 10 euros por kilómetro, y así sumó más de 1.400 euros. Además, de otros 2.100 que se recaudaron con las inscripciones y venta de camisetas; también ha contado con la colaboración del ayuntamiento. Finalmente, las palabras del representante de la entidad bancaria, Ángel Rodríguez, del miembro de la asociación contra el cáncer, Pepe Martín y, cómo no, del protagonista de la hazaña, Ezequiel Ruano, pusieron el cierre al presente reto deportivo. Previamente, un caluroso aplauso no dejaba de sonar reconociendo el mérito derrochado por el atleta fontaniego, al cual emocionó profundamente.
Desde esta humilde crónica, me gustaría terminar con un sencillo, pero afectuoso: ¡enhorabuena Ezequiel!
Próximamente, podrán ver un amplio reportaje del evento, con multitud de valoraciones, tanto en su Televisión, como a través de la Web del Ayuntamiento, y del canal de youtube.