- El Ayuntamiento de Fuentes de Andalucía ha presentado esta mañana en la Casa de la Provincia de Sevilla la Marcha «La Huida y la Memoria» por la ‘desbandá de Málaga, que esta programada para este domingo día 2 de febrero. En la presentación el alcalde, Francisco Martínez, ha estado acompañado por la alcaldesa de Marchena, María del Mar Romero, y Manuel Velasco, representante de la Asamblea Andaluza de Entidades Memorialistas y Victimas del Franquismo. Una ruta en memoria de uno de los peores crímenes de guerra cometidos por el ejercito franquista durante cinco días de terror que van del 7 al 12 de febrero del 1937.
La salida está prevista a las 10:00 horas, desde el fontaniego Parque Luchadores de por la Libertad, con una parada junto al cementerio de Fuentes de Andalucía donde está previsto que se realice un pequeño acto. La llegada a partir de la 13:00 h aproximadamente, tendrá lugar en la Plaza de la Memoria en el municipio marchenero donde se celebrará también un acto en memoria de las víctimas para finalizar con una comida de hermandad.
La ruta, según ha explicado el alcalde de Fuentes de Andalucía durante la presentación, está adaptada para diferentes niveles, ya que las personas tendrán la opción de recorrer diferentes tramos y dispondrán de vehículos para su desplazamiento entre ellos. Así como al finalizar la jornada se podrán autobuses gratuitos para volver desde Marchena hasta la localidad de Fuentes de Andalucía
Este evento, que está organizado por la Asamblea de Familiares y Asociaciones ‘La Gavidia’, la Asamblea Andaluza de Entidades Memorialistas y Víctimas del Franquismo, y los ayuntamientos de Fuentes de Andalucía y Marchena, contará con la colaboración de policía local, protección civil y cruz roja, además de los clubes deportivos fontaniegos de ‘La Pechá’, ‘BTT’ y el Club Ciclista Fuentes.
Para más información, diríjanse a la delegación de Cultura, situada C/ San Sebastián, 1, o llamando al teléfono 657 652 085, mediante el correo [email protected] o en la web del ayuntamiento: www.fuentesdeandalucia.org
LA HUIDA
Desde los primeros momentos del Golpe de Estado fascista en julio de 1936, en las zonas controladas por los sublevados, comenzó una sangrienta represión nunca antes conocida. Las detenciones de todas aquellas personas consideradas contrarias a los golpistas acabaron en crueles crímenes, junto a las tapias de los cementerios, o en cualquier lugar de los alrededores. Quienes pudieron escapar de una muerte segura, emprendieron rapidamente la huida hacia lugares más seguros.
En la provincia de Sevilla las ocupaciones se extendieron con rapidez durante los primeros diez días por casi toda la provincia, a excepción de una parte de la Sierra Sur, limítrofe con el noreste de Málaga. En Córdoba, la resistencia permaneció meses en varios pueblos. Por tanto la huida de miles de personas de La Campiña sevillana se dirigió principalmente hacia esas zonas más cercanas de retaguardia republicana.
Quienes lo hicieron hacia Málaga a través de la Sierra Sur sufrieron meses después una nueva huida, la DESBANDÁ. Desde la segunda semana de enero de 1937 los barcos y aviones golpistas comenzaron a bombardear sistemáticamente la ciudad, quedando como una única salida, la carretera de Almería.
La resistencia republicana se mantuvo hasta el mismo día 7 de Febrero de 1937 en el que una enorme riada humana de 150.000 personas comenzaron a huir aterrorizados bajo el fuego cruzado de los barcos y de ametrallamientos aéreos, en el que murieron más de 5000 personas. Desde 2007 una marcha recorre aquel camino recordando la Desbandá y a todas las personas que la sufrieron.
LA MEMORIA
Recuperar y dignificar nuestra Memoria debe ser un compromiso de la sociedad actual con la “gente” que estuvo sometida a 40 años de Dictadura Franquista y posteriormente condenada al olvido. Un acto de justicia con lo que supuso la Segunda República y con las consecuencias que sufrieron sus defensores.
Junto al recuerdo de los horrores de la represión debemos dignificar los ideales de aquellos hombres y mujeres que intentaron modernizar este país con derechos sociales, sindicales y democráticos.
Quienes perdieron su vida por defender la enseñanza pública y laica, quienes incorporaron la mujer a las instituciones democráticas, pusieron en marcha la reforma agraria y aspiraron a una sociedad más justa, nunca debieron ser silenciados.
La historia no puede permanecer oculta, ni deformada, y es de justicia que ocupen en ella el lugar que les corresponde a todos los hombres y todas las mujeres que quedaron en el camino.
Es muy importante que hagamos un esfuerzo colectivo para que en cada rincón se recoja el legado de aquellas generaciones que tanto dieron a cambio de nada. Nos convoca la necesidad de educar frente al olvido injusto y de transmitir unos valores que hemos de tener siempre presentes para avanzar hacia el futuro.